El equipo de trabajadoras de Cáritas en zona rural ha tenido su primera reunión telemática el martes 24 de marzo, para coordinar las acciones de atención primaria en la zona. Surge más que nunca la necesidad de sentirnos equipo en este tiempo de incertidumbre para nosotras y las personas que atendemos. Esto se agrava en la zona rural, por ser una población que está más dispersa y contar con menos recursos para atender todas las necesidades.
Durante estos días nos estamos encontrando multitud de llamadas de familias participantes en nuestros programas y familias nuevas. La coordinación con los CEAS está siendo intensa. Y son numerosas las necesidades que debemos cubrir. Respondemos a aquellas demandas que nos solicitan, siempre que sea posible y oportuno en este tiempo. Las otras acciones desarrolladas, se centran en la información y atención telefónica, seguimiento y acompañamiento de nuestras familias a través de la escucha, para que se sientan acompañadas.
Para cubrir todas estas acciones, estamos creando grupos de apoyo entre nuestros voluntarios, que desde sus casas hacen escucha telefónica, acompañamiento y seguimiento de personas y familias. Algunos grupos de personas que venían funcionando de forma presencial (mujer, infancia, alfabetización, informática) ahora se organizan a través de whatssap o teléfono para no interrumpir el contacto.
Nuestro trabajo en la zona rural siempre ha contado con el apoyo de sacerdotes, infraestructuras parroquiales y el voluntariado, que son muchas veces nuestros ojos, nuestras manos y nuestros pies. Hoy también los equipos de voluntariado junto a nosotras, seguimos estando cerca de los que más lo necesitan, reinventando nuevas formas de actuar.
¡Seguimos estando cerca!