El lunes 25 de mayo ha sido un día especial para el «Programa de personas sin hogar» de Cáritas Diocesana de Valladolid y para el proyecto San José.
Queen, como la encanta que la llamen, ha entrado en una residencia de la provincia, después de aparecer en nuestra vida allá por el mes octubre, vivir en un banco, y pasar una cuarentena a nuestro lado… la hemos acompañado a su nueva casa.
Durante meses, la ayudábamos con cosas básicas de higiene, alimentación, estar con nosotros, y fue así como pasó a ser una más…
Pero nuestro equipo quería más para ella… y poco a poco se fueron dando pasos, tramitando recursos, aproximándonos más a ella, a su realidad, a su persona.
Y llegó el Covid-19, días de tensión, de ver que pasaba, y María seguía a nuestro lado en esta carrera de obstáculos.
Empezó el proyecto San José y se vino con nosotros. Este proyecto era para ellos, era para ella. Al principio necesitaba una silla de ruedas, con dolores de pierna, hablando eternamente con sus compañeros imaginarios…
Cada día mejoraba más, nos hablaba de que Cáritas era humanidad, que Cáritas era amor, que gracias a nosotros tenía un techo.
Sus rizos fueron cogiendo una fuerza y una belleza incomparable, escuchaba música que la alegraba el alma y, a veces, la hacía llorar… pero estaba a gusto, estaba cómoda.
Y ¡por fin!, después de muchas llamadas, coordinaciones, explicaciones, llegó el momento de hacer la maleta, de prepararla, de buscar ropa de flores, vestidos y faldas…
Sus compañeros de camino la han regalado un ramo de flores de papel, el cual va a estar en su cuarto, y ella nos ha regalado a cada uno de nosotros millones de momentos preciosos, de risas, de alguna lágrima, de humanidad… Y nos regala llevarla en el corazoncito de Cáritas.
De parte de Queen: ¡GRACIAS! a todas las personas que habéis hecho posible esto, cada uno desde un lugar, cada una desde su mirada, pero todos juntos… voluntarios, técnicos, compañeros y compañeras… y sobre todo algún ángel que apareció en su vida.
EL EQUIPO DEL PROGRAMA DE PERSONAS SIN HOGAR