Todo comenzó allá por el mes de marzo, cuando la pandemia mundial generada por el coronavirus nos obligó a disponer de nuestras vidas de una forma inimaginable al comienzo del año. Los hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos y la gestión de nuestras emociones nos desbordaron. La enfermedad, la muerte de seres queridos y el aislamiento, vinieron acompañados de la inseguridad económica y laboral, de la falta de recursos básicos, de la pérdida de empleo o de los ERTES.
Nos encontramos con una sociedad mucho más frágil y vulnerable con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de certezas. Sin embargo, es desde esta fragilidad desde donde hemos visto brotar miles de gestos solidarios llenos de caridad, de ese amor gratuito que nace del corazón de forma libre y desinteresada, sin esperar nada a cambio. Personas de pensamiento diverso, de todas las creencias, oficios, de todos los países del mundo, de todos los pueblos y barrios, todas a una, se han movilizado y puesto al servicio de una humanidad amenazada y herida.
La experiencia vital nos ha hecho reaccionar ante el sufrimiento y el dolor compartido y nos ha empujado a rescatar nuestro sentido de identidad y pertenencia. Aquello que otras veces se nos olvida y nos arrastra hacia el egoísmo y la individualidad, hoy nos ha posicionado en lo comunitario, en priorizar el bien común que nos identifica como seres vivos: la protección y defensa de la vida.
Estos meses han sido momentos de ayudarnos y de sumar esfuerzos, de demostrar “el poder de cada persona” haciendo una aportación económica, apoyando la iniciativa “Comunidad 2020”, ofreciendo tiempo y dedicación en forma de voluntariado, a través de alguna colaboración puntual, etc… Por eso queremos aprovechar estas líneas para dar las GRACIAS a todas las personas, entidades y empresas que de una manera u otra han hecho realidad el lema “Cada gesto cuenta”, demostrando que si una persona es capaz de mejorar el mundo… ¡cuántas cosas podemos hacer juntos!.
El poder de cada persona. Cada gesto cuenta.
Todavía seguimos teniendo grandes retos por delante, retos que no podemos abordar solos, ni como individuos ni como organizaciones de forma unilateral. Necesitamos dibujar en común nuevos escenarios de vida y posibilidad para todos, y generar nuevos espacios de encuentro para sanar juntos.
Cáritas Diocesana de Valladolid continúa haciendo una invitación expresa a ser personas activistas de la caridad a través una propuesta muy concreta. Sumarse, con una aportación económica, a la iniciativa comunitaria: Comunidad 2020. Una iniciativa para apoyar a personas y familias que se encuentran en una nueva situación de dificultad económica y social provocada directamente por la pandemia. Un apoyo en forma de ayuda económica y, también de información y orientación social, laboral, jurídica y psicológica. Toda la información está disponible en www.comunidad2020.es