Hasta el 20 de marzo, este lugar era el dormitorio de dos personas que, arrolladas por la vida, habían encontrado en él un espacio de descanso… no formaban jaleo, no dejaban suciedad, era su lugar y con respeto lo mantenían. Por desgracia no habían de ocuparse de la ventilación, que ya el invierno aventaba la estancia. Cada noche, mantas y cartones abrazaban sus cuerpos, pero la noche del 21 de marzo, en plena pandemia, en pleno estado de alarma, después de pasar una semana allí confinados día y noche, sin deambular por la ciudad, no están bajo sus abrigos, no acuden a su dormitorio, ¿qué suerte habrán corrido?, ¿qué habrá sido de ellos?…
Seguir leyendo Dormitorio vacío