Hoy os traemos un cortometraje de animación en el que los protagonistas, maestro y discípulo, con un vínculo lleno de admiración y magia, visibilizan la alegría que produce el aprendizaje y el arduo proceso para lograrlo, siendo esto posible con valores como: la paciencia, el esfuerzo, el interés y la constancia.
Detrás de cada uno de nosotros a lo largo de nuestra vida siempre ha habido gente que nos ha sabido enseñar y dar las herramientas necesarias para sacar lo mejor de nosotros mismos. Antes de ver el corto, dedica un tiempo a pensar en todos esos maestros y maestras de vida que has tenido en la tuya.
Vídeo del YouTube
Para pensar
- ¿Has tenido alguna vez la experiencia de que alguien haya confiado en ti al principio del proceso de aprendizaje? ¿o por el contrario no te has sentido motivado como aprendiz?
- ¿Has sentido en tu vida, en general, que el aprendizaje no sólo es un proceso de estudiar aprender y practicar… sino también la capacidad de crear con lo que ya tenemos dentro?
- Sin duda en el corto la emoción es la protagonista en el aprendizaje… ¿has experimentado la emoción que causa algo después del esfuerzo?
- Los errores son necesarios y oportunidades para aprender. Aunque a todos nos gustaría acertar a la primera, no hay atajos en el aprendizaje y en el esfuerzo. Y los errores, que siempre queremos evitar y solemos rechazar, son el motor del aprendizaje. La frustración es un paso más hacia la superación del reto. Esforzarse y no lograr el objetivo frustra, ¿verdad?. ¿Qué experiencias tienes de frustración? ¿cómo las superaste?
- Aprender a convertir esa frustración en un trampolín que nos ayude a superar el reto es todo un arte. Por eso, es necesario ser conscientes de esto: “no tenemos que enseñar a los niños a tolerar la frustración”, entendiendo por tolerar vivir bien la frustración, aguantarla estoicamente, sino que «tenemos que enseñarles a gestionar sus opciones». Esto quiere decir que ante un obstáculo tolerar la frustración nos llevaría a aguantar la insatisfacción que nos produce este obstáculo, pero gestionar las opciones nos pone en marcha para superarlo.