Unas Navidades más. Y van más de 10 sin un techo… Estas me pillan durmiendo en una caseta abandonada del Canal del Duero. Hoy es Nochebuena. Los recuerdos de tiempos mejores me dan fuerza para acercarme a mi barrio. Allí el ambiente es festivo, por todo lo alto. Antiguos amigos y antiguos vecinos van apareciendo en mi camino. Me hace ilusión verles, y por un momento, me siento feliz. La tarde avanza y se acerca la hora de la cena. Entonces, vuelvo a encontrarme solo. No tendré una cena deliciosa, y lo que es peor, nadie para compartirla. Gracias al alcohol, la pena se lleva mejor. Ahora solo pienso en dormir, en acostarme pronto. Quiero que la noche pase rápido. Y pasa, pero también el efecto del alcohol.
Amanece el día 25 y según sube el sol, mi ánimo baja a lo más profundo. ¡Qué duro se me hace! Ahora no tengo ganas de nada. Pensar me duele y solo quiero escapar. Que pasen pronto estas navidades. Ojalá las próximas puedan ser mejor.