Son muchas las situaciones de mujeres solas al frente de sus familias que son acompañadas por Cáritas; son grandes ejemplos de superación y de resiliencia.
KARINA, originaria de Bulgaria, ha residido en Valladolid durante los últimos 17 años. Llegó en busca de mejores oportunidades laborales y, una vez establecida económicamente, trajo consigo a sus dos hijos, muy pequeños en aquel entonces. Ha trabajado casi ininterrumpidamente en el sector de la hostelería, como cocinera y limpiadora.
KARINA relata su experiencia de superación personal: «Tuve una pareja en España que me maltrataba. Es muy difícil salir de esto… pero sí que se puede salir. Yo salí de esa situación, estoy muy orgullosa de mí misma de haber podido salir… me ha afectado mucho en mi vida. Me costó mucho hablar de ello, especialmente con mi familia y amigos, por vergüenza. Son cosas que duelen mucho. Actualmente no tengo pareja. Me resulta difícil confiar en un hombre nuevamente.»
ANA tiene 35 años y es madre de dos hijos de 8 y 14 años, “Hoy me encuentro al frente de mi familia. Soy una superviviente de la violencia de género. No ha sido fácil asumirlo y mucho menos contarlo. Es un proceso muy doloroso darse cuenta de que las cosas no son como deberían ser, que son tristes y dolorosas. De un momento a otro te ves siendo una víctima y al mismo tiempo juzgada por la sociedad”.
Estas mujeres afrontan retos diarios al frente de sus familias, enfrentándose al peso de las responsabilidades en soledad, a las dificultades de conciliar horarios, a economías muy ajustadas con las que no pueden hacer frente a imprevistos; “Las mayores dificultades son a nivel económico, ya que mantengo casi sola la casa. La situación está mal para todo el mundo… Cuando los niños eran pequeños, era muy difícil estar yo sola con ellos, todos los gastos, los estudios…”.
ANA dice: “Afronto mis días con muchísimas dificultades para cumplir con los límites de los niños, ayudarles a ellos, a cumplir con sus obligaciones y yo cumplir con las mías, en un reto día a día, sentir la soledad.”
En la vida de KARINA la soledad es una experiencia muy presente y cotidiana, “Me he sentido sola toda mi vida, a pesar de tener gente a mi alrededor. Siempre me he apoyado en mí misma, sólo yo sé lo que he pasado… Siempre he salido adelante, impulsada por mis hijos.»
Ambas han encontrado en Cáritas escucha y apoyo para aliviar su situación y sentirse acompañadas. Una madre del colegio recomendó a ANA ponerse en contacto con Cáritas para que sus hijos acudieran gratuitamente al proyecto de apoyo escolar de su parroquia, “Desde ese momento al conocer mi situación me dieron todo el apoyo posible en mi situación económica, en mi situación anímica a encontrar un empleo y a sentirme acompañada. Estaré inmensamente agradecida a Caritas de Valladolid por su interés y apoyo en este momento tan duro de mi vida, sobre todo por la empatía y el cariño recibido, por cada persona que con mucha vocación en su labor logro ayudarme a salir adelante “.
KARINA, ¿Cómo ves tu futuro? «Antes tomaba decisiones pensando en mis hijos, pero ahora quiero hacer cosas por mí. Hace cinco años no veía futuro, pero ahora sueño con tener mi casa, mi negocio. Ahora soy fuerte y creo en mí, quiero ser capaz de salir del cruce de caminos en el que estoy ahora mismo.»