Cáritas denuncia la violencia machista que siguen sufriendo las mujeres
Con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, Cáritas Diocesana de Valladolid denuncia la violencia que las mujeres siguen sufriendo y manifiesta su firme compromiso de colaboración en la erradicación de esta lacra social.
La violencia contra las mujeres se manifiesta de diversas formas a lo largo de todo el mundo, desde la explotación sexual hasta los feminicidios, sin olvidar la multitud de “micro machismos” que lamentablemente, en muchas ocasiones se tienen totalmente normalizados y forman parte de la vida cotidiana y de los aprendizajes sociales. Se trata además de un problema que afecta a personas de diferentes condiciones económicas, edades, nacionalidades o nivel de estudios.
En la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (2.016), el Papa Francisco califica la violencia que se ejerce contra las mujeres como una cobarde degradación del poder masculino y como la máxima expresión de relaciones de poder y desigualdad entre hombres y mujeres: “La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones. La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase.”
Si bien en los últimos años se han emprendido en nuestra sociedad diferentes acciones educativas, legislativas y sociales para enfrentar este problema, creemos que es imprescindible seguir visibilizando todas las situaciones de violencia para tomar conciencia de que nos enfrentamos a un problema social que vulnera los derechos humanos de las mujeres.
Números con rostros
En lo que llevamos de año 2019, 51 hombres han asesinado a sus parejas o exparejas y a 3 de sus hijos en nuestro país, además 43 menores han perdido a sus madres.
Estos datos son sólo la punta del iceberg de un problema mucho más extendido y arraigado, y que afecta a muchas más víctimas de abusos y violencia, cuyas dramáticas historias transcurren habitualmente en la intimidad del hogar.
A través de los proyectos sociales de Cáritas nos encontramos con mujeres que viven estas situaciones de violencia y que además se encuentran en condiciones de máxima precariedad social: conocemos sus vidas, sus miedos y sus esperanzas.
“Lloraba mirando a la luna, contándola todo secreto, escondida en la cocina, a oscuras. Aprendí a llorar en silencio para no perturbar su sueño. Él solo quería alguien que le lavara y fregara, el resto no importaba. El dinero no llegaba con las millones de horas que echaba, y escondía el dinero debajo de los sillones, el que él me robaba. Me sentía culpable de todo, incluso de sus palabras, que si se portaba así conmigo era porque me lo había merecido e incluso le pedía perdón yo a él por haberme pegado…..Después de casi un año sola, donde no he dejado de llorar echándolo de menos, intentando cambiar para que me quisiera, me he dado cuenta de que no, no es así la cosa, no, yo no tengo que cambiar, este no es mi problema. Mi problema, como el de tantas de nosotras es el silencio, el miedo que nos impide hablar, la culpa que llevamos dentro” (Verónica)
Muchas de estas mujeres son madres y sus hijas e hijos son víctimas directas del drama que trascurre en sus familias, creciendo en un entorno dominado por la violencia, el abuso y el miedo, con consecuencias tremendas en su desarrollo psicológico y social.
Cáritas al lado de las mujeres que sufren violencias machistas
Ante esta realidad Cáritas no puede mirar hacia otro lado. Tenemos la responsabilidad de prestar la atención económica y psico-social necesaria a las víctimas, especialmente a aquellas que se encuentran en situaciones especiales de vulnerabilidad social y precariedad económica; al mismo tiempo que reclamamos a los poderes públicos su responsabilidad en la asistencia integral a todas las mujeres víctimas de violencia, sea esta del tipo que sea.
En el trascurso de este año 2019 Cáritas Diocesana de Valladolid ha prestado atención social, psicológica y jurídica a cerca de 100 personas afectadas por esta violencia, de los cuales 14 son menores de edad. Además se han acogido a 9 mujeres y 4 niños y 5 niñas en la Casa de Acogida “Nueva Esperanza” proporcionando un entorno residencial adecuado para su recuperación.
Desde Cáritas seguiremos colaborando en la sensibilización y concienciación de este problema, denunciando las situaciones y conductas machistas que dificultan la vida cotidiana de muchas mujeres y promoviendo relaciones interpersonales basadas en el respeto y la dignidad de todas las personas.