Confinamiento, aislamiento y violencias

La situación de confinamiento provocada por la pandemia del covid-19 está trayendo consigo diversas crisis, entre ellas el repunte de las violencias dentro de los hogares, si bien creemos que no vamos a disponer de un conocimiento aproximado de esta realidad hasta bien pasado el período excepcional.

La ONU ha alertado sobre esta situación a nivel mundial y ha solicitado que los gobiernos tomen las medidas necesarias para proteger especialmente a las mujeres y las niñas que ven peligrar su seguridad donde deberían estar más seguras, en sus hogares.

El  gobierno de España ha informado de que entre los días 14 al 29 de marzo se produjo un aumento del 18% respecto a la misma quincena del mes anterior en las consultas al teléfono 016 (servicio telefónico de asesoramiento a mujeres víctimas). Los gobiernos de algunas comunidades autónomas también han registrado una mayor demanda de atenciones y consultas.

Durante el actual período de confinamiento han sido asesinadas dos mujeres que se suman a las 22 asesinadas por sus parejas o exparejas durante el año 2020 en nuestro país, incluyendo a una niña de 3 años asesinada junto a su madre.

Pero no sólo aumenta el maltrato contra las mujeres, sino que también hay datos que reflejan el incremento de la violencia contra menores dentro de los hogares.

La Fundación ANAR (ayuda a niños y adolescentes en riesgo) ha comunicado que en la semana del 23 al 30 de marzo recibió 270 peticiones de ayuda a través de sus sistemas telefónicos de ayuda, de las cuales 173 valoró como casos graves de menores de edad que estaban sufriendo algún problema dentro de su propia casa.

También estos días leemos noticias alertando sobre el incremento de la violencia de hijos sobre padres y presumimos que lo mismo puede ocurrir si nos fijamos en las agresiones hacia los mayores en el ámbito familiar.

La constatación es que el confinamiento es un escenario que desencadena, agrava y, sobre todo, que oculta las situaciones de violencia ya presentes en las casas, o bien provoca que pueden iniciarse otras derivadas de convivencias en tensión.

Las víctimas no tienen posibilidad de alejamiento del agresor, no hay tiempos de distensión, y además el que agrede tiene más margen para actuar con impunidad y se siente protegido por el aislamiento.

Los profesionales o recursos que detectábamos y dábamos la voz de alarma (servicios educativos, sociales…) estamos actualmente limitados y difícilmente podeos intervenir en muchas de esas situaciones.  La metodología de acercamiento, detección y protección ha cambiado al limitarse nuestra intervención al contacto telefónico.

LA RED DE ATENCIÓN SIGUE ABIERTA

Los servicios de atención a las mujeres víctimas de violencia de género siguen funcionando y se consideran servicios esenciales en el actual estado de alarma.

La Red de Atención coordinada por la Junta de Castilla mantiene abiertos todos sus recursos asistenciales, incluidos los centros de emergencia y las casas de acogida.

Cáritas Diocesana de Valladolid gestiona uno de estos centros en la comunidad: la Casa de Acogida “Nueva Esperanza” y por tanto seguimos atendiendo a las mujeres y sus hijos e hijas.

También desde el proyecto “Sin Miedo” (sensibilización y atención a situaciones de violencias machistas) seguimos prestando apoyo a mujeres víctimas de maltrato, si bien la intervención se ve limitada actualmente al seguimiento telefónico a nivel social y psicológico.

El Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha una campaña con el objeto tanto de informar a las víctimas de los servicios disponibles, así como para implicar a la sociedad en el apoyo a las víctimas.

COMPROMISO DE TODOS

En la situación de confinamiento, no sólo la violencia se incrementa, sino que además se invisibiliza. No podemos permitir que la violencia de género, el maltrato infantil o cualquier tipo de violencia intrafamiliar, vuelva a recluirse al ámbito de lo privado. El gran avance en los últimos años es que pasó de ser algo perteneciente a la esfera privada para visibilizarse y convertirse en un problema social, de todos, algo público.

Por ello, queremos llamar la atención de todos los agentes sociales, voluntariado y personal técnico que, si bien estos días también han tenido que adaptar su trabajo, siguen en primera línea, para que estén alerta y presten especial atención a las señales de maltrato en una familia, escuchen, evalúen riesgos y presten o deriven a los apoyos adecuados.

Caritas hace un llamamiento a la responsabilidad que como conciudadanos tenemos, seamos voz e instrumento de ayuda para todas aquellas personas que en sus hogares pueden estar sufriendo violencia: mujeres, menores, ancianos….

Si conoces una situación de maltrato, no te calles, no tengas miedo, ahora es responsabilidad de todos.  Si conoces una situación de maltrato comunícala.  

  • 012 Información en Castilla y León
  • 091 policía nacional/ 062 guardia civil
  • 900 20 20 10 ANAR teléfono de asistencia para menores

Cáritas Diocesana de Valladolid, proyecto Sin Miedo: 983 20 23 01 de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 y del 16:00 a 19:00 horas

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