La preocupación de Cáritas Diocesana por el buen trato, se concreta, entre otras acciones, en afrontar la soledad y el aislamiento social de las personas mayores, tarea en la que el voluntariado, y en particular las personas mayores voluntarias, juegan un papel insustituible.
Por ello, las personas que forman parte de las Cáritas Parroquiales en el Arciprestazgo Oeste han querido realizar un gesto de reconocimiento a todos los voluntarios mayores que acompañan a personas mayores dentro del Programa «Envejecemos en común». Ellos, a pesar de todas las dificultades aparecidas con la pandemia, han seguido mostrando a los mayores el amor de un Padre que no abandona, a través de las llamadas continuas y alguna que otra visita.
El gesto ha tenido lugar el jueves 10 de junio al final de la Eucaristía de las 20.00 horas celebrada en la parroquia de San Vicente de Paúl, con la que concluyó el encuentro de fin de curso en el que han participado las personas voluntarias de las Cáritas Parroquiales y de las diferentes acciones sociales en el territorio del Arciprestazgo Oeste.
Estas son las palabras que una persona, en nombre de todos los agentes de Cáritas del Arciprestazgo, las dirigió:
Faela, Amalia, Ana, Eugenio, Vicente, Federico, Rosa, Luis, Natalio, Luisa y Juana, voluntarias y voluntarios del programa de mayores de Cáritas en el Arciprestazgo Oeste. Las personas mayores han sufrido mucho durante este tiempo de pandemia: muertes, enfermedad grave, deterioro por el aislamiento… Y vosotros, en nombre de Cáritas, en nombre de todas nuestras comunidades parroquiales, como personas de fe, habéis continuado acompañando a otras personas mayores que padecen una soledad sentida.
Por ello hoy queremos tener un gesto de agradecimiento hacia vosotros, y en vosotros, a todas las personas de Cáritas que han seguido mostrando el rostro samaritano de la Iglesia en nuestras parroquias durante este tiempo de pandemia.
¡GRACIAS! en mayúsculas, de parte de todos los que formamos esta comunidad arciprestal.
A continuación se les entregó un ejemplar de la Carta Apostólica «Con corazón de Padre» del Papa Francisco. Porque, ¡qué mejor referencia para estas personas voluntarias que San José!, ¡quién mejor guía para el buen trato que él!.