El 90% de nuestro territorio pertenece al mundo rural, aunque solo el 25% de la población vive en los pueblos. La despoblación, la falta de servicios, de formación y empleo, fuerzan a muchas personas a abandonarlos. Pero nuestros pueblos están llenos de riqueza. En el mundo rural la comunidad adquiere un valor especial, cada persona cuenta. En los pueblos nos apoyamos, conocemos a nuestros vecinos y vecinas; cuidamos de nuestro entorno y nos encargamos de la tierra para que continúe siendo fuente de recursos.
Cáritas quiere poner en valor la vida en los pueblos con la celebración del Día del Mundo Rural el domingo 15 de mayo y de modo especial, agradecer a todas las personas que revitalizan, colaboran y tejen redes en el mundo rural.
Desde hace años profundizamos en la realidad del medio rural, descubriendo sus necesidades pero también los valores que nos abren a un mundo lleno de posibilidades y retos. Entre ellos:
- Conocer la realidad de la iglesia en el mundo rural y nuestra capacidad de trasformación, de realizar acciones significativas junto con otras entidades y grupos.
- Avanzar en la conexión y complementariedad entre lo rural y lo urbano; la globalización nos saca de nuestras parcelas, soy de ciudad, soy del mundo rural; es necesario buscar nuevas formas de convivencia entre ambos mundos.
- Apostar por la rentabilidad humana, social y la medioambiental: impulsar valores como la sencillez, el cuidado mutuo y la conexión con la naturaleza.
- Visibilizar, valorar y hacer atractivo el estilo de vida rural. En los pueblos el ritmo es más sosegado, la naturaleza marca el compás.
- Influir en las políticas públicas para que revitalicen las zonas rurales, frenen la soledad y el aislamiento y que garanticen los mismos derechos para las personas que viven en los pueblos.
Queremos que el Día del Mundo Rural, ayude a sensibilizar y reconocer la enorme riqueza que tiene la vida de nuestros pueblos, que nos impulse a seguir trabajando desde Cáritas en estas zonas, que son mayoría de nuestro territorio, donde viven y sueñan una minoría de personas.
Queremos que sea día de ilusiones, de esperanza, de arrimar el hombro, de exigir que no queremos salir de los pueblos…
Y especialmente, día de agradecimiento a todo el voluntariado de nuestras Cáritas Parroquiales rurales que, día tras día, con acciones pequeñas pero llenas de sentido, siguen construyendo comunidad solidaria.