Resumen y acercamiento al mensaje del Papa Francisco
Con motivo de la celebración de la IV Jornada Mundial de los Pobres el 15 de noviembre, compartimos este resumen del mensaje del Papa con el deseo de que pueda ayudarnos a vivirlo con sentido.
De vez en cuando se colará en nuestro Blog esta Sobremesa Celestial… Esperamos que os sirva a todas las personas que nos visitáis y os ayude a dedicar cinco minutos a pensar… ¡Ojalá lo consigamos!
La de hoy habla de jóvenes que quieran comerse el mundo… ¿serás tú uno de ellos?
Con motivo de la Campaña de Personas Sin Hogar 2020 queremos continuar haciendo énfasis en los derechos básicos que todo ser humano tiene por el hecho de serlo. Trabajamos desde la afirmación de que el derecho humano a la vivienda es un hecho inalienable para la construcción del valor de la dignidad como principal clave en el acompañamiento a las personas en situación de exclusión social grave. Especialmente este año, ante las circunstancias sobrevenidas por la COVID-19, hemos ido viendo, recordándonos y poniendo de relieve, como la vivienda, en definitiva, el hogar, era el primer escudo social para la protección individual y colectiva. Por contraposición, y tal y como se nos plantea desde el lema de este año, no tener una vivienda ha supuesto un factor eminentemente de riesgo en tanto en cuanto no nos hemos podido proteger: “no tener casa mata”.
Queremos poner esta realidad en el espejo de diferentes personas, organismos y entidades que son sensibles a las situaciones de vulneración del derecho humano a la vivienda. Porque pensamos que si una persona es capaz de «ponerse en la piel» de otra, cambiará su mirada. Para ello facilitamos los siguientes vídeos y unas preguntas al final que pueden servir para la reflexión individual o grupal.
Apoyo Escolar en la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar
Soy Julia y tengo veinte años. Estudio Español e Inglés para ser profesora en el futuro.
Este año he estado haciendo un semestre de Erasmus en Valladolid, estudiando en la Universidad de Valladolid. Me enteré del “Proyecto Águila” en la iglesia. Un domingo de septiembre, mis compañeras de piso y yo fuimos a misa y después nos habló una mujer, preguntando si queríamos apoyar el proyecto. Nos pareció una gran idea y por eso decidimos participar. Para mí era una posibilidad para establecer contactos nuevos, para integrarme en el barrio, para tener una tarea con sentido, para ganar experiencia de enseñanza y para practicar más mi español.