El 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, instituido por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2011, con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de los derechos de las personas mayores, para que estas puedan disfrutar de una vida sin abusos, violencia y abandono.
Cuando hablamos de personas mayores no podemos obviar que estamos viviendo, en los países desarrollados y en vías de desarrollo, un importante incremento de la población de 65 o más años (en España se calcula que en el año 2050 esta población será del 33,2 % y de ≥ 80 del 11,4 % que representarían el 44 % de los mayores de 65 años) y que esto conllevará muchos aspectos a abordar, incluido el de los malos tratos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato en la vejez se define como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Apunta también la OMS que puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas, y que también puede ser el resultado de la negligencia, sea esta intencional o no.
El abuso y el maltrato de cualquiera de estos tipos ha sido y es un tema tabú, aunque, poco a poco, comienza a visibilizarse. Antes, se ocultaban y se consideraban como un tema estrictamente privado y en la actualidad se van visibilizando, considerándose un problema de salud pública y social, ante el que debemos intervenir y denunciar cualquier actitud de vulneración de sus derechos y menosprecio a su dignidad.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud publicado en el año 2018, una de cada seis personas mayores sufren malos tratos en el mundo y el 33% de las personas mayores institucionalizadas es víctima de abusos.
En España, no existen demasiados estudios, ni de incidencia, ni de prevalencia, lo que no nos permite hacer una idea real del problema, por lo que la mayoría de los casos de maltrato y abusos siguen permaneciendo ocultos. Sin embargo, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (UDP) ha lanzado un nuevo indicador social por el que pretende acercar y dar a conocer este problema. Las cifras indican que entorno al 7 % de personas mayores viven situaciones de maltrato y una de cada seis han sufrido algún tipo de abuso, aunque esto puede ser solo la punta del iceberg.
Además, a todo esto habría añadir que durante la crisis sanitaria y social provocada por la pandemia del COVID-19, a las situaciones de temor, aislamiento y soledad,.. se ha unido su impacto en la salud, ya que las personas mayores han sido estigmatizadas por su edad, con limitaciones en la atención médica y en el acceso a los recursos sanitarios.
¿Cómo podemos prevenir el abuso y el maltrato contra las personas mayores?
Evidentemente, como sociedad tenemos la obligación moral de modificar la imagen negativa que tenemos de la vejez, acabando con los mitos, estereotipos y edadismos, con la creencia de que las personas mayores son una carga económica, social,… y promover, a través de la sensibilización y la formación, de los recursos para prevenir, identificar y denunciar este tipo de situaciones.
En Cáritas Diocesana de Valladolid, concretamente, desde el Programa “Envejecemos en común”, seguimos promoviendo las actitudes positivas hacia las personas mayores, la humanización, el reconocimiento de su dignidad y sus derechos, la atención centrada en la persona, el desarrollo integral y el fomento de la toma de decisiones, acercándonos así al principal objetivo, el buen trato.
Y es que, como dijo el Papa Francisco: “Una sociedad que no respeta a sus mayores, es una sociedad que no tiene futuro”.