Oh, Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra. Seguir leyendo Oración por el cuidado de la creación
Oh, Señor, envía tu Espíritu,
que renueve la faz de la tierra. Seguir leyendo Oración por el cuidado de la creación
La Campaña SI CUIDAS EL PLANETA, COMBATES LA POBREZA, nos ofrece para los meses de julio y agosto de 2017 un nuevo principio, el sexto del Decálogo Verde.
A estas alturas de la Campaña, seguro que hemos tomado conciencia del alcance del trato a “la hermana nuestra madre tierra” y del «daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que dios ha puesto en ella» (LS 2), «que provoca el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que reclama otro rumbo» (LS 53).
Ante esta grave situación, no deja de sorprender que no se tomen las decisiones necesarias. O, incluso, que decisiones que se adoptan consoliden o empeoren aún más las cosas. «Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y la finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente» (LS 54)
«Los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente» (LS 56) Y «la alianza entre la economía y la tecnología termina dejando afuera lo que no forme parte de sus intereses inmediatos». (LS 54)
«Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo la política sino también con la libertad y la justicia » (LS 53)
Hay que incidir para que las decisiones sean tomadas con la mayor determinación posible. «Se requiere una decisión política presionada por la población. La sociedad, a través de organismos no gubernamentales y asociaciones intermedias, debe obligar a los gobiernos a desarrollar normativas, procedimientos y controles más rigurosos. Si los ciudadanos no controlan el poder político, tampoco es posible un control de los daños ambientales» (LS 179).
Urge recuperar la capacidad de una política con amplitud de miras, no cortoplacista, que tenga como centro el Bien Común y no los intereses de una minoría. «Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinar los diversos aspectos de la crisis» (LS 197) y que obre «por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo» (LS 178). Implica pensar globalmente y actuar localmente, al mismo tiempo que mantener la mirada local e incidir globalmente.
Dios omnipresente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
“El compromiso por cuidar la Creación, la naturaleza, no es un tema secundario
en la vida y en la misión de la Iglesia, sino que forma parte integral de su tarea
de colaborar con Dios en hacer que toda la Creación –el ser humano y
todas las demás criaturas- tengan vida en abundancia y caminen hacia la plenitud”.
(Francisco. Audiencia general de 5 de junio de 2013).
La campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza” nos animar al compromiso por un desarrollo justo, solidario y sostenible, a los cristianos y a la sociedad en general. Cuidar el mundo natural y social en el que vivimos, cuidar de las personas, comprometernos contra la pobreza nos puede parecer algo utópico, en el sentido de irrealizable. Son tantos los problemas, es todo tan complejo, que la pequeña aportación de cada uno y cada una puede parecer irrelevante.
Nada más lejos de la realidad. Los comportamientos cotidianos tienen una impronta radical. Todo se transforma cuando empieza a cambiar nuestro día a día. De hecho, creemos que “un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social” (LS 206). Por eso se propone el tercer principio verde: valorarás la importancia de tus comportamientos cotidianos.
Se trata de incorporar algunos cambios en nuestros comportamientos personales cotidianos que nos ayuden en el trabajo del cuidado de la creación. Podemos comenzar por incorporar gestos sencillos en lo personal y en lo cercano, donde nos movemos y se desarrolla nuestra vida, de manera que no sea una excusa para actuar aquello que no está a nuestro alcance resolver.
Algunas de estas prácticas y gestos a nuestro alcance:
El Papa Francisco instituyo en 2015 el 1 de septiembre como Jornada Mundial de la Oración por el Cuidado de la Creación:
“La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará anualmente, ofrecerá a cada creyente y a las comunidades una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos”. Seguir leyendo SI CUIDAS EL PLANETA, COMBATES LA POBREZA