Nacimiento en la Casa de Acogida «Nueva Esperanza»
Este tiempo atravesado por la COVID-19 también tiene buenas noticias. El domingo 2 de agosto nacía una niña. La vida continúa surgiendo en la Casa de Acogida «Nueva Esperanza». Los momentos difíciles se tiñen de color esperanza cada vez que hay un nacimiento en la casa.
Apoyo Escolar en la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar
Soy Julia y tengo veinte años. Estudio Español e Inglés para ser profesora en el futuro.
Este año he estado haciendo un semestre de Erasmus en Valladolid, estudiando en la Universidad de Valladolid. Me enteré del “Proyecto Águila” en la iglesia. Un domingo de septiembre, mis compañeras de piso y yo fuimos a misa y después nos habló una mujer, preguntando si queríamos apoyar el proyecto. Nos pareció una gran idea y por eso decidimos participar. Para mí era una posibilidad para establecer contactos nuevos, para integrarme en el barrio, para tener una tarea con sentido, para ganar experiencia de enseñanza y para practicar más mi español.
Cáritas continúa acompañando el envejecimiento saludable de las personas mayores
Una de las adaptaciones de la atención de Cáritas a las personas mayores a través del Programa “Envejecemos en común” ha sido acercarles herramientas que ayuden a mantener la salud cognitiva en este estado de crisis.
Ejercitar la mente para mantener la salud
En la primera quincena del mes de mayo, Cáritas Diocesana ha facilitado un material a las personas mayores para que continúen manteniendo activa su mente.
Setenta y siete personas mayores han contado con ejercicios para el entrenamiento de las capacidades cognitivas en sus domicilios en el mes de mayo. Se trata de las personas que respondieron positivamente a la oferta realizada por Cáritas de Valladolid a las personas participantes en los talleres de envejecimiento saludable del Programa “Envejecemos en común”.
La dos responsables técnicas del Programa de Mayores han elaborado un material adecuado a las necesidades y posibilidades de las personas solicitantes. A una minoría, seis, se les ha enviado por medios telemáticos (mensajería o correo electrónico). Al resto ha llegado gracias a la implicación de los párrocos y los voluntarios de Nª Sª del Pilar, Nª Sª del Prado, San Mateo y Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino e Inmaculada Concepción de María, una acción concreta de la iniciativa “La parroquia te lo acerca”. Aunque a la gran mayoría se le ha depositado en el buzón, no ha faltado quien ha preferido que se lo subieran hasta la puerta de casa, agradeciendo así, además, el contacto humano.
Un resultado no previsto ha sido la oportunidad que ha supuesto la entrega de este material para que los párrocos se pusieran en contacto con estas personas mayores y así transmitirles que la parroquia sigue estando cerca y preocupada por ellos.
El material, además de los ejercicios, incluía unas orientaciones generales para mantener positivamente el confinamiento y una postal de ánimo con dibujos elaborados por las niñas y los niños del Programa de Infancia, Adolescencia y Juventud de Cáritas Diocesana de Valladolid.
Hace un año se ponía en marcha en la unidad parroquial Santa Clara-San Pedro Apóstol el proyecto de Apoyo Escolar. Las personas voluntarias que lo animan hacen una valoración totalmente positiva por dos aspectos principalmente:
– por la posibilidad de “gastar” su tiempo ayudando a los demás;
– y, la más importante, porque los participantes deben poner también esfuerzo de su parte, por lo que cooperan con su formación integral.
Esta actividad no trata simplemente de ofrecer ayuda, sino de fomentar en los niños y niñas el hábito de trabajo, la constancia, la paciencia, la responsabilidad que les lleva a conseguir buenas notas (es el logro más cercano que ven los niños). También se contribuye que sean personas a las que el esfuerzo no asuste de aquí en adelante.
Otra intencionalidad del proyecto es que crezcan cuidando tanto sus cosas propias como las comunes (material, aula, sus propios deberes) y así lograr que poco a poco sus trabajos estén mejor presentados, con orden y limpieza. Cuando lo logran y ven el “antes” y el “después” les alegra y lo demuestran con su cariño espontáneo.
En esta actividad cabe la colaboración de todo el mundo: no es imprescindible que se sea profesor; las personas voluntarias pueden ser un papá/mamá con experiencia en ayudar a su hijo, o alguien que tiene paciencia y cariño hacia los niños… esas son las mejores bazas en este trabajo, porque si hay algo que no se sabe o alguna duda, como es un trabajo en equipo se irá resolviendo entre todos.
Es muy importante la disponibilidad de la persona voluntaria. Así lo expresan:
“Nuestras ausencias deben tener una causa de fuerza mayor. Debemos recordar que estamos trabajando con personas frágiles, necesitadas de una atención individual, a veces procedentes de familias con problemas y nuestra serenidad y presencia pueden ser muy útiles para ellos.
SIEMPRE DEBEMOS ANTEPONER EL INTERÉS DE LOS NIÑOS a nuestras ganas de pasar algún tiempo ayudando, sí sabemos de antemano que éste no va a tener continuidad.La educación no es algo inmediato, sino que es un trabajo a medio o largo plazo. Pero reconforta y alegra ver cómo crecen los que confiaron en nosotros.”
El equipo anima a posibles voluntarios a unirse a esta actividad y colaborar en dar más oportunidades a todas aquellas personas que no lo tienen fácil.
Cáritas Diocesana de Valladolid se encuentra en un proceso de reflexión para que todo su quehacer sea más fiel a su identidad. Para ello ha tomado como referencia la Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal Española Iglesia, servidora de los pobres.