Tiempo de la creación: “¿Una casa para todos? Renovando el Oikos de Dios”

El Tiempo de la Creación comenzó el pasado 1 de septiembre, con la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y termina el 4 de octubre, fiesta de San Francisco, el patrono de la ecología.

La actual crisis climática está acelerando la inestabilidad ecológica, provocando la pérdida de hábitats que son el hogar de millones de especies, incluyendo a los seres humanos cuyos hogares están en peligro debido a los conflictos, pérdidas y daños climáticos. Como personas de fe, estamos llamadas a labrar y cuidar el jardín de Dios, y a participar en la renovación de toda la Tierra habitada, para que la vida pueda florecer y todos puedan tener un hogar justo y sostenible.

Este año, los 2.300 millones de cristianos del mundo se unen en torno al tema “¿Una casa para todos? Renovando el Oikos de Dios”. “El tema del Tiempo de la Creación se centra en el hecho de que la Tierra pertenece a Dios, y cada amada criatura pertenece a este hogar común (cf. Salmo 24:1)”, dijo el Rev. Dr. Chad Rimmer, Presidente del Comité Directivo del Tiempo de la Creación Ecuménico y Ejecutivo de Programa para la Teología y la Práctica Luteranas de la Federación Luterana Mundial. “La palabra griega para “hogar” es oikos. Al basar nuestro tema en el concepto de hogar, apuntamos a la red integral de relaciones que sostienen el bienestar de la Tierra”.

La Iglesia Católica se sumó a esta iniciativa en 2015, año de publicación de la encíclica del papa Francisco Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común. Desde entonces,durante el Tiempo de la Creación, nos unimos a nuestras hermanas y hermanos de la familia ecuménica en oración y acción por nuestra casa común, para rezar y proteger la creación de Dios, para renovar nuestra relación con el Creador y toda la creación a través de la celebración, la conversión y el compromiso juntos.

El Papa Francisco y el Vaticano animan a los católicos a unirse al Tiempo de la Creación

En una carta, Monseñor Bruno-Marie Duffé, Secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, invitó calurosamente a la familia católica mundial a “unirse a la familia ecuménica para celebrar el Tiempo de la Creación«, la celebración anual de oración y acción por nuestra casa común. El Papa Francisco y el Vaticano vuelven a hacer un llamado a todos los católicos para que se unan al Tiempo de la Creación ecuménico. “Solicito humildemente su ayuda para promover este importante momento en sus parroquias y comunidades locales”, escribió Mons. Duffé.

Ayuda a cuidar de los más pequeños uniéndote hoy al Tiempo de la Creación

El símbolo de este año, la tienda de Abraham, representa nuestro compromiso de salvaguardar un lugar para todos los que comparten nuestra casa común, tal como hizo Abraham en el Libro del Génesis. Abraham y Sara abrieron su tienda para hacerla hogar para tres extraños, que resultaron ser los ángeles de Dios (Génesis 18). Al crear un hogar para ellos, su acto de hospitalidad radical se convirtió en una fuente de bendición para toda la tierra.

La tienda representa un lugar de resguardo o de refugio. Nos vincula con las personas sin hogar, refugiadas y todas aquellas que están en movimiento y desplazadas por los efectos del cambio climático.

¿Cuál es la invitación para este año?

  1. Colocar la tienda de Abraham en un jardín local como signo de hospitalidad para los excluidos.
  2. Rezar con y por los más vulnerables de la comunidad. La tienda también puede estar presente en las liturgias o eventos a lo largo del Tiempo de la Creación como símbolo de la intención de la comunidad de crear un hogar para todos.

Celebramos este Tiempo de la Creación, con el impulso y la alegría del Espíritu que nos convoca a los cristianos de todo el mundo para rezar y actuar por nuestra casa común y a anunciar el Evangelio de la Vida. Queda mucho trabajo por hacer para detener la crisis ecológica y la emergencia climática, pero el compromiso continuo y el surgimiento de cristianos de todo el mundo que se unen para cuidar de nuestra casa común nos infunde esperanza a todos.