VIDAL ARRANZ / VALLADOLID.
La crisis provoca que familias que nunca lo pensaron acudan ahora al albergue municipal
«Quizás lo único bueno que tenga esta crisis es que nos está abriendo los ojos» «Ahora un indigente puede ser cualquiera. El trabajo en el albergue te lo revela»
Una de cada diez personas atendidas han recaído tras recuperarse de una situación parecida