El resumen del curso pastoral al que decimos adiós no puede ser el habitual porque el curso no lo ha sido. En el año más extraño de nuestras vidas, este repaso no puede ser un mero recordatorio de actividades, celebraciones y encuentros, porque gran parte de ellos no han podido celebrarse o han tenido lugar en el interior de los hogares. No puede ser el final de un capÃtulo, porque en la historia a narrar sigue habiendo muchas incertidumbres e interrogantes. Lamentablemente, tampoco puede ser precisamente alegre, porque han sido demasiados los momentos de dolor. Y no puede ser un punto y aparte porque ya no seremos los mismos.
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